Lorenzo Santolino (Sherco) ha retomado este domigo la competición en el Dakar tras el forzado día de descanso de este sábado, un reposo que no fue tal, y lo ha hecho con un noveno puesto que le permite irse al parón ‘de verdad’ entre los mejores y con el objetivo de llegar al ‘top ten’ totalmente intacto. El salmantino ha sorteado una etapa ‘trampa’, la de antes del la jornada de descanso, con grandes dificultades de navegación y ha vuelto a rodar con los más rápidos, en este caso, con el ganador de la etapa, sumando confianza a su pilotaje en dunas de cara a lo que espera en el ‘empty quarter’ a la vuelta.
La etapa de este día 8 de enero, octava de esta edición, era una de las más largas y ha puesto en apuros a muchos pilotos por la navegación. Superaba los 800 kilómetros en total, con 346 de especia, pero dos tramos de enlace antes y después de la parte cronometrada, especialmente largo (300 kilómetros) el de llegada de final de especial a final de etapa en Riyahd. El terreno, pistas complicadas, algunas dunas y cañones donde elegir bien el rumbo, algo que Santolino ha hecho bien.
El salmantino ha partido muy fuerte y ha marcado el quinto puesto en el primer way point aprovechando un terreno muy sinuoso en el que se mueve bien como expiloto de enduro y con una Sherco que tiene mucha herencia de las carreras todo terreno. Su ritmo era el que quiere, rápido sin arriesgar, pero lo ha incrementado cuando ha llegado por detrás Ross Branch (Hero), a la postre ganador de etapa, al que se ha enganchado en las pistas y en una zona de dunas donde ha tenido un susto en una duna cortada, pero ha podido rodar bien. Un buen aperitivo de cara a la segunda parte de la carrera, que será 100% de arena y dunas. La etapa para Branch, con los favoritos perdidos y Santolino noveno (a 8.49), y cambio en el liderato que recupera Mason Klein (KTM), con Santolino en el puesto 12 a 32.09, menos de ocho minutos de los diez primeros.
“Una etapa rápida al final, inicio sinuoso y muchas piedras los 60 primeros kilómetros, había niebla y las piedras patinaban bastante. Luego el terreno era más arenoso, con unos cordones de dunas entre 150 y 200 km. El ritmo no era malo, pero me he visto quizás un poco conservador en las dunas”, ha comentado.
“Después, en el repostaje he visto que Branch me iba a coger antes o después, en el kilómetro 250 me ha alcanzado, me ha costado mucho engancharme a él, creí que lo perdía, pero ha cambiado el terreno y he conseguido volverme a acercar y me ha venido muy bien. Al final había unas pistas con mucho polvo, he tenido que dejar distancia y he tenido suerte”, y relata lo ocurrido: “Había unos kilómetros de dunas y de repente he llegado a una cortada, que no la he visto, me ha dado tiempo a frenar, pero he saltado muy alto y la verdad es que he tenido suerte, me hecho daño en un dedo en la compresión. Era peligroso, espero que no haya saltado más gente ahí porque era un sitio bastante feo”. “Contento con el ritmo, acabamos la semana cerca del top ten y día de descanso ‘de verdad’, no como ayer, que parecía que descansábamos pero al final hicimos seis horas de moto”, dice.
Este día 9 de enero, jornada de descanso y final de la primera fase de la carrera, muy dura con las condiciones climatológicas, los kilómetros y el tipo de terreno. Y a partir del lunes 10 de enero, el reto del empty quarter, un lugar inhóspito, 100% arena, con menos kilómetros y el reto de enfrentarse a un mar de dunas, que será el terreno de las últimas etapas.